sábado, 28 de julio de 2007

el último poema de ROBERT DESNOS



Robert Desnos escribió su último poema en el campo de concentración nazi de Terezin en Checoslovaquia. Los alemanes lo habían llevado allí en su retirada con los reclusos del campo de Buchenwald. Murió el 8 de junio de 1945 por la desnutrición y el tifus. Su muerte se produjo a los pocos días de ser liberado por las tropas rusas.
En esos versos, Desnos reescribió un viejo poema suyo, dedicado "A la Misteriosa", su mujer Youki. El poema fue encontrado en el bolsillo de su saco...sobre su cadáver.






TANTO SOÑÉ CONTIGO



Tanto soñé contigo que pierdes tu realidad.
¿Todavía queda tiempo para alcanzar ese cuerpo vivo y besar
sobre esa boca el nacimiento de la voz que quiero?
Tanto soñé contigo que mis brazos habituados a cruzarse sobre
mi pecho cuando abrazan tu sombra, quizá ya no podrían
adaptarse al contorno de tu cuerpo.
Y frente a la existencia real de aquello que me obsesiona y
me gobierna desde hace días y años, seguramente me
transformaré en sombra.
Oh balances sentimentales.
Tanto soñé contigo que seguramente ya no podré despertar.
Duermo de pie, con mi cuerpo que se ofrece a todas las
apariencias de la vida y del amor y tú, la única que cuenta
ahora para mí, más difícil me resultará tocar tu frente
y tus labios que los primeros labios y la primera frente
que encuentre.
Tanto soñé contigo, tanto caminé, hablé, me tendí al lado de
tu fantasma que ya no me resta sino ser fantasma entre
los fantasmas, y cien veces más sombra que la sombra que
siempre pasea alegremente por el cuadrante solar de tu vida.




ÚLTIMO POEMA



Tanto soñé contigo,
caminé tanto, hablé tanto,
Tanto amé a tu sombra,
Que ya nada me queda de ti.
Sólo me queda ser la sombra entre las sombras
ser cien veces más sombra que la sombra
ser la sombra que retornará y retornará siempre
en tu vida llena de sol.

CÉSAR VALLEJO, el Gran Cholo


Nacido en la localidad andina de Santiago de Chuco, Perú, el 16 de marzo de 1892, de descendencia indígena y menor de once hermanos, César Abraham Vallejo Mendoza, el "gran cholo" como le dicen en su país, es uno de los mayores poetas de la lengua castellana.
En 1910 se anota en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo, pero luego tendría que abandonar por carencias económicas. Comienza a trabajar ayudando a su padre como gobernador y abogado y más tarde en las minas de Quiruvilca, momento de su vida que recordará en su novela El Tungsteno. También ejerció la docencia para poder terminar sus estudios.
Se recibe en 1915, presenta su tesis El Romanticismo en la Poesía Castellana y comienza a frecuentar el grupo de bohemios de Trujillo El Norte.
En 1917 conoce a su segunda pareja, "Mirto" Zoila Rosa Cuadra, por la que se dice, Vallejo intentó suicidarse. De todas formas, luego del desengaño parte a Lima.
"¿Usted cree, señor Vallejo, que colocar una imbecilidad encima de otra es hacer poesía?" le dijo Clemente Palma cuando llegó a la capital. Sin embargo César no se desanimó y conoció, entre otros, a Manuel González Prada, quien en aquellos días era considerado un maestro por la mayoría de los jóvenes. Continúa en la capital también, su tarea docente. Edita en 1919 su primer poemario Los Heraldos Negros que a pesar de las críticas de Palma, recibe una buena respuesta del ambiente literario peruano.
En 1920 fallece su madre y vuelve a Chuco, donde es injustamente apresado durante 105 días, acusado de provocar un incendio y saquear una casa. Es en la cárcel donde escribe la obra por excelencia de la vanguardia latinoamericana: Trilce.
En 1921, luego de salir de prisión, parte hacia Lima nuevamente, ya que su cuento Mas Allá de la Vida y de la Muerte es premiado. Un año más tarde, en 1922, Antenor Orrego, líder del grupo El Norte, decide editar Trilce, aunque la crítica no sabe muy bien qué decir, ya que no comprenden el rumbo que ha tomado la poesía de Vallejo. El editor, Orrego, opinaba refiriéndose a César: "a partir de este sembrador, se inicia una nueva época de la libertad, de la autonomía poética, de la vernácula articulación verbal" y no estaba equivocado.
Con el dinero que le debía el Ministerio de Educación parte en viaje a Europa, de donde ya nunca regresaría. El 13 de Julio de 1923 desembarca en París. Cumplió tareas de periodista y de traductor para ganarse el pan, casi siempre insuficiente. En aquellos años traba amistad con grandes exponentes como Pablo Neruda, Vicente Huidobro y Tristan Tzára -fundador del Dadaísmo-.
En 1928 es miembro fundador de la Célula Marxista-Leninista Peruana de París. En 1927 conoce a su última esposa, Georgette Phillipart y viaja a la URSS, sobre la que publica libros testimoniales.
A fines del 30´ es expulsado de Francia por comunista y parte hacia España. El gobierno español le concede una modesta beca para escritores. Retorna a París y después parte a Rusia para participar en el Congreso Internacional de Escritores Solidarios con el Régimen Soviético. Nuevamente regresa a París y se casa con Georgette en 1934. Se adhiere al Partido Comunista del Perú fundado por Mariátegui. En 1937 Vallejo y Neruda fundan en España el “grupo hispanoamericano de ayuda a España”.
En marzo de 1938 sufre de agotamiento físico. El 24 es internado por una enfermedad desconocida, que entra en crisis el 7 y el 8 de abril. Fallece el 15 de abril, un viernes santo con llovizna en París, pero no un jueves, como escribió en un poema famoso. Se le realiza un embalsamiento. Su elogio fúnebre estuvo a cargo de Louis Aragon. El 19 de abril sus restos son trasladados a la Mansión de la Cultura, más tarde al cementerio de Moutrouge y finalmente, el 3 de abril de 1970 es llevado al cementerio de Montparnasse donde descansa hasta el día de hoy.







XXXIV


Se acabo el extraño, con quien, tarde
la noche, regresabas parla y parla.
Ya no habrá quien me aguarde,
dispuesto mi lugar, bueno lo malo.

Se acabo la calurosa tarde,
tu gran bahía y tu clamor, la charla
con tu madre acabada
que nos brindaba un té lleno de tarde.

Se acabo todo al fin... las vacaciones,
tu obediencia de pechos, tu manera
de pedirme que no me vaya fuera.

Y se acabo el diminutivo, para
mi mayoría en el dolor sin fin,
y nuestro haber nacido así sin causa.

Trilce


II


Tiempo Tiempo.

Mediodía estancado entre relentes.
Bomba aburrida del cuartel achica
tiempo tiempo tiempo tiempo.


Era Era.

Gallos cancionan escarbando en vano.
Boca del claro día que conjuga
era era era era.


Mañana Mañana.

El reposo caliente aún de ser.
Piensa el presente guárdame para
mañana mañana mañana mañana


Nombre Nombre.

¿Qué se llama cuanto heriza nos?
Se llama Lomismo que padece
nombre nombre nombre nombrE.

Trilce



IX


Vusco volvvver de golpe el golpe.
Sus dos hojas anchas, su válvula
que se abre en suculenta recepción
de multiplicando a multiplicador,
su condición excelente para el placer,
todo avía verdad.

Busco volvver de golpe el golpe.
A su halago, enveto bolivarianas fragosidades
a treintidós cables y sus múltiples,
se arrequintan pelo por pelo
soberanos belfos, los dos tomos de la Obra,
y no vivo entonces ausencia,
ni al tacto.

Fallo bolver de golpe el golpe.
No ensillaremos jamás el toroso Vaveo
de egoísmo y de aquel ludir mortal
de sábana,
desque la mujer esta
¡cuánto pesa de general!

Y hembra es el alma de la ausente.
Y hembra es el alma mía.



Trilce


Poema VIII


Aquí,
Ramón Collar,
prosigue tu familia soga a soga,
se sucede,
en tanto que visitas, tú, allá, a las siete espadas, en Madrid,
en el frente de Madrid.

¡Ramón Collar, yuntero
y soldado hasta yerno de tu suegro,
marido, hijo limítrofe del viejo Hijo del Hombre!
¡Ramón de pena, tú, Collar valiente,
paladín de Madrid y por cojones; Ramonete,
aquí,
los tuyos piensan mucho en tu peinado!

¡Ansiosos, ágiles de llorar, cuando la lágrima!
¡Y cuando los tambores, anda; hablan
delante de tu buey, cuando la tierra!

¡Ramón! ¡Collar! ¡A tí! ¡Si eres herido,
no seas malo en sucumbir!; ¡refrénate!
Aquí,
tu cruel capacidad está en cajitas;
aquí,
tu pantalón oscuro, andando el tiempo,
sabe ya andar solísimo, acabarse;
aquí,
Ramón, tu suegro, el viejo,
te pierde a cada encuentro con sui hija!

¡Te diré que han comido aquí tu carne,
sin saberlo,
tu pecho, sin saberlo,
tu pie;
pero cavilan todo en tus pasos coronados de polvo!

¡Han rezado a Dios,
aquí;
se han sentado en tu cama, hablando a voces
entre tu soledad y tus cositas;
no sé quién ha tomado tu arado, no sé quién
fue a ti, ni quién volvió de tu caballo!

¡Aquí Ramón Collar, en fin, tu amigo!
¡Salud, hombre de Dios, mata y escribe!


España, aparta de mí este cáliz



PIEDRA NEGRA SOBRE UNA PIEDRA BLANCA


Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
talvez un jueves, como es hoy de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y,
jamas como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos…


Poemas Humanos



LOS HERALDOS NEGROS


Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé!

Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema

Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!


Los Heraldos Negros



MASA


Al fin de la batalla,
y muerto ya el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
"No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: "¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "¡Quédate, hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...

España, Aparta de mí éste Cáliz




Poesía

1919- Los heraldos negros
1922- Trilce
1936- Nómina de huesos
1937- España, aparta de mí esta caliz
1937- Sermón de la barbarie
1939- Poemas humanos

Ficción

1923- Escalas melografiadas, talleres tipografia de la penetenciaria (cuentos)
1931- El Tungsteno (novela)
1931- Hora del hombre (novela)



martes, 24 de julio de 2007

Las Palabras de JACQUES PRÈVERT


París, 4 de Febrero de 1900. El cielo se abre de extraña forma, como si estallara por dentro.
Se escucha el llanto de un niño que acaba de nacer.
Lo llamaron Jacques Prévert.
Era un poeta.

...hacia 1926 Prèvert ingresa al grupo surrealista y se separa a raíz de la crisis señalada por Bretón en el Segundo Manifiesto en 1929. Colaboró en el folleto contra Bretón "Un Cadáver". Durante sus años de militancia surrealista no publicó nada. Su primer texto importante apareció publicado en 1930 en la revista Bifur. Escribió los guiones y diálogos de los mejores films de Marcel Carné.
Es el primer poeta surgido del surrealismo que ha llegado a tener una repercusión popular notable. Las tiradas de su poemario Paroles (Palabras) han superado los doscientos mil ejemplares. Muchos de sus poemas fueron musicalizados por Kosma y se cantaban por toda Francia...




EL FUSILADO


Las flores los jardines las fuentes las sonrisas
Y la alegría de vivir
Un hombre está caído y bañado en su sangre
Los recuerdos las flores las fuentes los jardines
Los sueños infantiles
Un hombre está caído como un bulto sangriento
Las flores las fuentes los jardines los recuerdos
Y la alegría de vivir
Un hombre está caído como un niño dormido.


EL ARROYO


Ha pasado mucha agua bajo los puentes
y enormes cantidades de sangre
Pero a los pies del amor
corre un gran arroyo blanco
Y en los jardines de la luna
en los que cada día se celebra tu fiesta
ese arroyo canta mientras duerme
Y esa luna es mi cabeza
donde gira un enorme sol azul
Y ese sol son tus ojos.



NUBES


Yo fui a buscar mi tricota de lana y el cabrito me siguió
el gris
no desconfía como el grande
es todavía demasiado pequeño

También ella era demasiado pequeña
pero algo ya en ella se manifestaba tan viejo como el mundo
Ya
conocía cosas atroces
por ejemplo
que hay que desconfiar
Y ella miraba al cabrito y el cabrito la miraba
y entonces le venían ganas de llorar
Es como yo
decía
un poco triste y un poco alegre
Y después la iluminó una gran sonrisa
y la lluvia comenzó a caer.

DEFENSA DE VIOLETA



Violeta Parra nació el 4 de octubre de 1917en San Carlos, en la Región de Chillán, al sur de Chile. Su padre era profesor de música, su madre una campesina guitarrera y cantora. Fueron nueve hermanos que vivieron su infancia en el campo.
A partir de 1952, Violeta, impulsada por su hermano Nicanor Parra, empieza a recorrer zonas rurales grabando y recopilando música folklórica. Esta investigación la hace descubrir la poesía y el canto popular de los más variados rincones de Chile. Elabora así una síntesis cultural chilena y hace emerger una tradición de inmensa riqueza hasta ese momento escondida. Es aquí donde empieza su lucha contra las visiones estereotipadas de América Latina y se transforma en recuperadora y creadora de la auténtica cultura popular.
Compone canciones, décimas, música instrumental. Es pintora, escultora, bordadora, ceramista, con "lo que hay”, pasando a la medida de su humor de una técnica o género creativo otro.
En 1954 Violeta Parra viaja invitada a Polonia, recorre la Unión Soviética y Europa permaneciendo dos años en Francia. Graba aquí sus primeros LP con cantos folklóricos y originales. Tiene contactos con artistas e intelectuales europeos, regresando a Chile para continuar su labor creadora. En 1958 incursiona en la cerámica y comienza a bordar arpilleras. Viaja al norte invitada por la universidad donde organiza recitales, cursos de folklore, escribe y pinta. De regreso a Santiago Violeta expone sus óleos en la Feria de Artes Plásticas al aire libre. Durante los años siguientes Violeta continúa en su trayectoria, incansable.
En 1965 viaja a Suiza donde filma un documental que la muestra en toda su magnitud. Retorna a Chile y canta con sus hijos en la Peña de Los Parras, en la calle Carmen 340 en Santiago, Inaugura el Centro de Arte en una carpa que llamó "La Reina"; graba discos de música instrumental. Viaja a Bolivia en 1966, ofrece conciertos en regiones del sur de Chile, continúa grabando acompañada de sus hijos. Regresa a Santiago para continuar su trabajo en La Carpa, escribiendo allí sus últimas canciones... El 5 de febrero de 1967, a los cincuenta años y luego de varios intentos fallidos, la música, poeta y artista plástica Violeta Parra se quita la vida en la carpa de La Reina.



Arauco tiene una pena.


Arauco tiene una pena
que no la puedo callar
son injusticias de siglos
que todos ven aplicar,
nadie le ha puesto remedio
pudiendolo remediar
levántate Huenchullán

Un día llega de lejos
huescufe conquistador
buscando montañas de oro
que el indio nunca buscó
al indio le basta el oro
que le relumbra del sol
levántate Curimón

Entonces corre la sangre
no sabe el indio qué hacer
le van a quitar su tierra
la tiene que defender
el indio se cae muerto
y el afuerino de pié
levántate Manquilef.

Adónde se fué Lautaro
perdido en el cielo azul
y el alma de Galvarino
se la llevó el viento sur
por eso pasan llorando
los cueros de su cultrún
levántate, pues, Callfull.

Del año mil cuatrocientos
que el indio afligido está
a la sombra de su ruca
lo pueden ver lloriquear
totora de cinco siglos
nunca se habrá de secar
levántate Callupán.

Arauco tiene una pena
más negra que su chamal
ya no son los españoles
los que les hacen llorar
hoy son los propios chilenos
los que les quitan su pan
levántate Pailahuán.

Ya rugen las votaciones
se escuchan por no dejar
pero el quejido del indio
¿por que no se escuchará?
aunque resuene en la tumba
la voz de Caupolicán
levántate Huenchullán.

levántate Curimón
levántate Manquilef.
levántate, pues, Callfull.
levántate Callupán.
levántate Pailahuán.
levántate.



Y Arriba Quemando el Sol


Cuando fui para la pampa
llevaba mi corazón contento
como un chirigüe,
pero allá se me murió,
primero perdí las plumas
y luego perdí la voz,
y arriba quemando el sol.

Cuando vide los mineros
dentro de su habitación
me dije: mejor habita
en su concha el caracol,
o a la sombra de las leyes
el refinado ladrón,
y arriba quemando el sol.

Las hileras de casuchas,
frente a frente, si, señor,
las hileras de mujeres
frente al único pilón,
cada una con su balde
y su cara de aflicción,
y arriba quemando el sol.

Fuimos a la pulpería
para comprar la ración,
veinte artículos no cuentan
la rebaja de rigor,
con la canasta vacía
volvimos a la pensión,
y arriba quemando el sol.

Zona seca de la pampa
escrito en un cartelón,
sin embargo, van y vienen
las botellas de licor,
claro que no son del pobre,
contrabando o qué sé yo,
y arriba quemando el sol.

Paso por un pueblo muerto
se me nubla el corazón,
aunque donde habita gente
la muerte es mucho peor,
enterraron la justicia,
enterraron la razón,
y arriba quemando el sol.

Si alguien dice que yo sueño
cuentos de ponderación,
digo que esto pasa en Chuqui
pero en Santa Juana es peor,
el minero ya no sabe
lo que vale su sudor,
y arriba quemando el sol.

Me volví para Santiago
sin comprender el color
con que pintan la noticia
cuando el pobre dice no,
abajo, la noche oscura,
oro, salitre y carbón,
y arriba quemando el sol



Mazurkica Modérnica


Me han preguntádico varias persónicas
si peligrósicas para las másicas
son las canciónicas agitadóricas.
¡ay que pregúntica más infantílica!
Sólo un piñúflico la formulárica,
p'a mis adéntricos yo comentárica.

Le he contestádico yo al preguntónico:
"Cuando la guática pide comídica,
pone al cristiánico firme y guerrérico
por sus poróticos y sus cebóllicas.
No hay regimiéntico que los deténguica
si tienen hámbrica los populáricos".

Preguntadónicos partidirísticos
disimuládicos y muy malúdicos
son peligrósicos más que los vérsicos,
más que las huélguicas y los desfílicos.
Bajito cuérdica firman papélicos,
lavan sus mánicos como Piláticos.

Caballeríticos almidonádicos,
almibarádicos, miniminimini...
le echan carbónico al inocéntico
arrellenádicos en los sillónicos.
Cuentan los muérticos de los encuéntricos
como frivólicos y bataclánicos.

Varias matáncicas tiene la histórica
en sus pagínicas bien imprentádicas.
Para montárlicas no hicieron fáltica
las refalósicas revoluciónicas.
El juraméntico jamás cumplídico
es el causántico del desconténtico.

Ni los obréricos
ni los paquíticos
tienen la cúlpita, señor fiscálico.

Lo que yo cántico es una respuéstica
a una pregúntica de unos graciósicos,
y más no cántico porque no quiérico;
tengo flojérica en los zapáticos,
en los cabéllicos, en la camísica,
en los riñónicos y en el bolsíllico.


Glosario:
Piñúflico — Piñufle - Don nadie.
Guática — Guata - Tripa.
Poróticos — Porotos - Alubias.
Bataclánicos — Bataclana -Mujer que trabaja bailando en lugares de mal vivir.
Refalósicas — Refaloza - Danza típica chilena.
Paquíticos — Paco - Policía.

lunes, 23 de julio de 2007

Poema de nuestra Vera Martin






Déjame caer con la lluvia
si tus brazos no van a mojarme
porque es verdad que todo lo que cae
siempre desciende un poco más

Cúrame del espanto
de saberte los reflejos
de encontrarte los encantos
cuando se esfuman los perfumes del patio

Dime cuánto significo
en este territorio predominado
de elementos sinsentido
en nombre de un hombre específico

Porque dios no tiene sexo.


Vera Martin.


MASMAR, por Ramiro







Masmar

plagadomas de nutrias

plumíferos inobstetras

las galletiterectas son sin demonio

los mamíferos imperfectos somos nosotros

en la pluslaguna

del la pupila sinsideral

primipereando al templo

de los ciegos inhabilitados

de infraestructura

pinnípedos

pero ni necio tiro

pajaro de mármol sinnido

cruzdelsuroeste sur

mar

mar

y másmar

Temor, por Ignacio



Temor

Disperso en la hoguera,
Fúnebre de nombres,
Viene y suplica
Por clepsidras negras

Toda flor ciega,
Buscará su raíz sin hallarla

Las veces que hemos muerto
Revelan también
Un hueco perpetuo.



Un mensaje para todos de MANUEL SCORZA



EPÍSTOLA A LOS POETAS QUE VENDRÁN


Tal vez mañana los poetas pregunten
porqué no celebramos la gracia de las muchachas;
tal vez mañana los poetas pregunten
porqué nuestros poemas
eran largas avenidas
por donde venía la ardiente cólera.

Yo respondo:
por todas partes oíamos llanto,
por todas partes nos cercaba un muro de olas negras.
¿Iba a ser la poesía
una solitaria columna de rocio?
Tenía que ser un relampago perpetuo.

Mientras alguien padezca,
la rosa no podrá ser bella;
mientras alguien mire el pan con envidia,
el trigo no podrá dormir;
mientras llueva sobre el pecho de los mendigos,
mi corazón no sonreirá.

Matad la tristeza, poetas.
Matemos a la tristeza con un palo.
No digais el romance de los lirios.
Hay cosas más altas
que llorar amores perdidos:
el rumor de un pueblo que despierta
¡es mas bello que el rocío.!
El metal resplandeciente de su cólera,
¡es mas bello que la espuma!.

Un hombre Libre,
¡ es mas puro que el diamante!

El poeta libertará al fuego
de su cárcel de ceniza .
El poeta encenderá la hoguera
donde se queme este mundo sombrío.



Manuel Scorza nació en Lima, Perú en 1928. En su época estudiantil formó parte del movimiento "los Poetas del Pueblo". En 1949 fue deportado por su actividad política y vivió en Mexico. De regreso al Perú logró renombre internacional con su libro Redoble por Rancas, relato que inicia una serie novelística sobre la lucha campesina indígena en una región de los Andes peruanos. En 1956 obtuvo el Premio Nacional de Poesía por Las Imprecaciones. Falleció en 1983 cuando el avión en el que viajaba con una delegación de intelectuales latinoamericanos cayó cerca de Madrid. Su Obra Poética fue reunida en el Volumen I de sus Obras Completas (Siglo XXI, 1990)

MIGUEL ABUELO, el poeta



Muy pocos saben de la hermosísima y contundente obra poética de Miguel Ángel Peralta, más conocido como Miguel Abuelo.
Desde el Tren Literario creemos necesario que se difunda la obra de un pilar esencial del Rock Argentino y su poesía.
A mediados de la década del 70´ Abuelo estuvo a punto de editar un poemario en Francia que se iba a titular "Paladín", pero que por problemas de legalidad -aunque no se sabe muy bien por qué- no pudo ver la luz. De esa época en que Miguel se encontraba rondando Europa son los poemas aquí presentados...





La Fuga




Se fueron
Nadie los vio
Algunos sospecharon desde siempre.
En fin, no estaban.
Se escaparon
amparados por la noche,
y una mano
que desde afuera vigilaba.

Siete fueron,
los disfrazados de ingenuos.
Uno dijo: Soy el siete máscaras
y necesito la suerte.
Otro dijo: Os invito al gozo
y la emoción libre.
Otro dijo: Llevará esta operación.
Otro dijo: Ahí van mis zapatos
para quien deba continuar ese camino.
Otro dijo: La libertad es lo único que vale.
Y el otro reía y aplaudía.

Se fueron.
Hicieron un agujero en el techo.
Algunos morirán con sus sospechas.
En fin, no estaban.
Se escaparon
ayudados por la noche,
y una mano que desde afuera vigilaba.


Escrito en una cárcel de Ibiza.



Chau

Yo sigo fiel a mis pasos
que van tras mi necesidad.
Puede;
que al girar mi cabeza cuatro veces
ya no te encuentre.
Pues,
quede este momento
como constancia
de que por vos
estuve buscando.




Los Turistas (Barcelona)





Los turistas son bellos como monumentos,
trayendo divisas se pasean contentos,
Rubios, australes, de portes sin iguales,
Aguerridos atleta de jugar a la paleta,
Van bajo el sol hasta que llega la noche,
Los quinquis del Chino les revientan los coches,
Llevan la ropa más limpia del mundo,
Valijitas de juguete, dientes de oro,
Se sacan fotos bajo los faroles,
Ponen cara de asco, si les sirven frijoles,
Los hambrientos del muelle los quieren abordar,
Los turistas brillan al costado del mar,
Las rubias, se enamoran de los negros,
Los negros, siempre cosa de negros,
Algunos van tan rojos como camarones,
Son el ojo desviado de los pobres ladrones,
Confunden todo, todo, todo (porque para eso están),
Pasan por el correo y se van a bañar.




OLIVERIO GIRONDO, inédito




EL NILO

El Nilo –sin cocodrilos-
¡pero eso sí! –con inglesas
hambrientas de exotismo y de sol
con sonrisas letárgicas
que nos consuelan de la ausencia
de ese anfibio de talabartería.

El Nilo –sin cocodrilos
pero con olas de arena
con formas animales
que dormitan al sol;
lleno de barcas con alas de gaviota,-
y sobre las márgenes:
caravanas de dromedarios
oasis de palmeras
aldeas miméticas que se confunden con el
desierto.
Arenales habitados tan solo por ejércitos
de ibis.

Pereza de cocodrilo, de lagarto.
Toda la vida en el reflejo del sol
sobre la fuerza de los árboles, del arenal,
del agua.
Dicha mansa y tranquila,
de sentir los pies calientes por el sol
como si fuera nuestro perro
y tener la conciencia sin una idea, sin una nube.

Como el cielo.
Y sentirse satisfecho porque los árboles son
bellos y tranquilos,
porque se destacan en la pureza de un
cielo azul azul (hasta dar vergüenza)
El río es un pedazo de cielo más
y las mujeres semidesnudas tienen
el mismo color de la arena.
¡Son admirables los círculos que
describe un pájaro
que va a apoyarse sobre un poste con
una destreza y una liviandad que
consterna!

Los camellos se perfilan en el horizonte
y hay en la cadencia de su paso una
tranquilidad tan grande
que algo de beatífico nos penetra.
Plena satisfacción de sentirse vivir tanto
que ya nos parece que no es vida.
Bondad de no sentir la necesidad
de satisfacer ningún deseo
inclusive de todo ímpetu
en el reposo de un instante de
eternidad
que es plenitud de vida
y que tiene algo de muerto
y pregusto de muerte.

· "El Nilo" fue escrito durante el viaje a Europa y Egipto que Oliverio Girondo realizara en 1927 y forma parte del cuaderno Egipto Nº1.

ANTONIN ARTAUD



Poeta, dramaturgo, actor, director y teorico teatral y ensayista, Antonin Artaud nació en Marselles el 4 de Septiembre de 1896 y murió el 4 de Marzo de 1948 en Ivry-Sur.Seine.
Hacia los 16 años tuvo que ser internado por problemas de desequilibrio mental, que llevaría como una cruz por los caminos de su vida. En 1920 se instala en París y hacia 1924 se relaciona con los surrealistas, grupo del que comienza a tomar parte dirigiendo la "Central de Investigaciones Surrealistas" -"laboratorio de nuevo género para contribuir a la invención de una nueva vida"- y el 3er número de la publicación "La Révolution Surréaliste", que redactó casi por completo. Este romance tuvo un final abrupto cuando Bretón -director del grupo- se afilia al Partido Comunista Francés en 1926 y comienzan algunas deserciones dentro del grupo, entre las cuales se pueden contar a Philip Soupault y Jacqués Prévert, quienes redactaron una respuesta a Bretón y sus secuases.
Luego de esta ruptura Artaud se dedica casi exclusivamente a su tarea teatral, ya sea como director, actor o teórico. Funda el teatro "Alfred Jarry" junto con Vitrac y Aron. En ese mismo año trabajó además, en la película "Napoleón" de Abel Gance, haciendo el papel de Marat.
Diez años más tarde, en 1936, viaja a México para dar algunas conferencias y principalmente para retirarse a convivir con la tribu de los Tarahumaras, acentados en la Sierra Madre. Con ellos conoce el rito del Peyotl, que lo impresionó profundamente.
Cuando en 1937 vuelve a Europa (paso fugaz por París y luego a Dublín, Irlanda) su enfermedad mental cobra la magnitud de una crisis. Durante el viaje de regreso de Dublín a París, sufrió un acceso de enajenación por lo cual fue internado ni bien pisó el suelo Francés. Durante 9 años Antonin paseó por varios hospicios para enfermos mentales, sufriendo, entre otras cosas, largos golpes de electro-shock, método que estaban experimentando los nazis en los asilos y hospicios.
El último Internado donde estuvo fue el Rodez. De allí se conocen las famosas "Cartas desde Rodez".
En 1946 recobra su libertad y es homenajeado en el teatro Vieux-Colombier el 13 de Enero del 47, agasajo al que concurrió André Bretón (Bretón fue uno de los pocos que se preocupó por la salud mental de Artaud y quien lo visitó varias veces en los hospicios donde estaba internado).
Para muchos ésta fué su etapa más fertil y creativa, hasta su muerte en 1948.

Obras Principales:

· Tric-trac del cielo (1923)
· El Ombligo de los Limbos (1925)
· El Pesa-Nervios (1927)
· La Gran Ncohe o el Bluff Surrealista (1927)
· Correspondencia con Jacques Rivière (1927)
· El Arte y la Muerte (1929)
· El Teatro de la Crueldad (1932)
· Heliogábalo o el Anarquista Coronado (1934)
· El Teatro y su Doble (1938)
· Viaje al País de los Tarahumaras (1945)
· Cartas desde Rodez (1946)
· Artaud, el Momo (1947)
· Van Gogh, el Suicidado por la Sociedad (1948)
· Para Acabar de Una Vez con el Juicio de Dios (1949)

André Breton y Paul Eluard: Notas Sobre la Poesía






Los libros tienen los mismos amigos que el hombre: el fuego, los animales, el tiempo; y su propio contenido.
Los pensamientos, las emociones completamente desnudas son tan fuertes como las mujeres desnudas. Hay que desvestirlos.
El pensamiento no tiene sexo; no se reproduce.
Un poema debe ser un cataclismo del intelecto. No puede ser otra cosa.
Cataclismo: es un sálvese quién pueda, aunque solemne y a prueba de todo; imagen de lo que se debería ser, del estado donde los esfuerzos ya no cuentan.
Se arruina alguna cosa al cumplirla o al representarla en su más puro y hermoso estado.


En el poeta:
la oreja ríe,
la boca jura,
es la inteligencia, el despertar que mata,
es el sueño que sueña y ve claro,
es la imagen y el fantasma que cierran los ojos,
es la falta y la laguna que se han creado.

Algunas personas tienen de la poesía una idea tan vaga que la vaguedad misma de esta idea en los otros hombres es para ellos la definición de la poesía.


LA POESÍA


Es el ensayo de representar o de restituir por gritos, lágrimas, caricias, besos, suspiros o por objetos, esta cosa o estas cosas que tienden oscuramente a expresar el lenguaje articulado, en lo que este lenguaje tiene de apariencia de vida o de propósito supuesto.
Esta cosa no es definible de otra manera. Es de la misma naturaleza de esa energía que rehusa responder a lo que es...

El pensamiento debe estar escondido en los versos como la virtud nutritiva no lo está en una fruta. Una fruta no es un alimento, sólo es pensamiento. No se percibe ningún placer, no se recibe ninguna sustancia. La fruta está encantada.

La poesía es lo contrario de la literatura. Reina sobre los ídolos de toda especie y sobre las ilusiones realistas; mantiene felizmente el equívoco entre el lenguaje de la "verdad" y el lenguaje de la "creación".
Y este papel creador, real del lenguaje (este lenguaje, de origen mineral) es cumplido lo más evidentemente posible por la no-necesidad a priori del tema.

El tema de un poema le es tan propio y le interesa tan poco como a un hombre su nombre.

Los unos ven en la poesía una ocupación de toda utilidad, una industria banal que no tiene por qué no prosperar. Se podría aumentar el número de los fabricantes de automóviles y de obuses.
Los otros ven en ella el fenómeno de una propiedad o de una actividad muy secundaria, de ningún modo ligada a la situación del ser íntimo entre el conocimiento, la permanencia, las uniones sexuales, la memoria, el sueño, etc.

Mientras el interés de los escritos en prosa está en ellos mismos y nace de la no consumación del texto, el interés de los poemas los abandona y puede alejarse de ellos.
La poesía es una pipa.
El lirismo es el desarrollo de una protesta.



VOZ-POESÍA

Las cualidades que se pueden enunciar de una voz humana son lo contrario de las que se debe, sin estudiarlas, recibir en la poesía.
Y el "magnetismo" de la voz no debe traspasarse en la alianza sin misterio y justa o injusta de las ideas o de las palabras.
La discontinuidad del hermoso sonido es esencial.

La idea de Inspiración está contenida en esto:
Lo que cuesta dos centavos no es lo que tiene más valor.
Lo que tiene más valor no se avalúa en centavos.
Y en eso: Glorificarse lo más de lo que se es menos responsable.

A la menor tachadura, el principio de inspiración total está arruinado. La imbecilidad borra lo que la almohada ha prudentemente creado. Es preciso no darle la menor participación so pena de producir monstruos. Nada de coparticipaciones. La imbecilidad no puede ser reina.



RETÓRICA


La rima constituye una ley de la cual depende el tema y es comparable a un par de bofetadas.
La multiplicidad jamás abusiva de la imágenes produce al ojo del espíritu un desorden eminentemente compatible con el tono. Todo se precisa en el deslumbramiento.
Construir una poesía que sólo contenga poemas es imposible.
Si un texto no contiene más que poesía, es construido; no es un poema. No es poesía.
Dignidad, indignidad del verso: una sola palabra que falta salva todo.





Las "Notas Sobre la Poesía" de Breton y Eluard fueron impresas en París, 1936, con un bello dibujo de Salvador Dalí.

domingo, 22 de julio de 2007

Introducción a Isidore Ducasse o Conde de Lautréamont



Al claro de luna, cerca del mar, en los parajes de la campiña, uno ve, sumido en amargas reflexiones, que las cosas revisten formas amarillas, vagas, fantásticas. Las sombras de los árboles, de pronto rápidas, de pronto lentas, corren, van y vuelven, variando sus formas, aplanándose hasta adherirse a la tierra. En la época en que me trasportaban las alas de la juventud, todo eso me hacía soñar, me parecía extraño, ahora estoy habituado. El viento se lamenta a través del follaje con lánguidas notas, y el búho entona su grave endecha que hace erizar los cabellos de quienes escuchan. Entonces los perros que se han vuelto furiosos rompen sus cadenas y huyen de las granjas distantes; corren de aquí para allá por la campiña, dominados por la locura. De pronto se detienen, miran en todas direcciones con feroz inquietud, con ojos relampagueantes
; y así como los elefantes, antes de morir, lanzan en el desierto una última mirada al cielo, alzando desesperadamente sus tormpas, dejando caer las orejas inertes, así también los perros dejan caer las orejas inertes, alzan la cabeza, hinchan el cuello terrible, y comienzan a ladrar por turno, sea como un niño que grita de hambre, sea como un gato herido en el vientre sobre un tejado, sea como una mujer que esta por parir, sea como un enfermo de peste que agoniza en un hospital, sea como una jovencita que entona una melodía sublime, contra las estrellas al norte, contra las estrellas al este, contra las estrellas al sur, contra las estrellas al oeste, contra la luna contra las montañas parecidas desde lejos a gigantes rocosos que yacen en la oscuridad, contra el aire frío que aspiran a pleno pulmón y que les vuelve rojo y quemante el interior de las narices, contra el silencio de la noche, contra los mochuelos cuyo vuelo sesgado les roza el hocico y que llevan una rata o una rana en el pico, alimento vivo grato para las crías, contra las liebres que desaparecen en un abrir y cerrar de ojos, contra el ladrón que huye al galope de su caballo después de haber cometido un crimen, contra las serpientes que al remover los matorrales les hacen estremecer la piel y rechinar los dientes, contra sus propios ladridos que a ellos mismos espantan, contra los sapos a los que trituran con un solo golpe de sus quijadas (¿por qué se habrán alejado de la ciénaga?), contra los árboles, cuyas hojas que se balancean suavemente, constituyen otros tantos misterios que ellos no comprenden pero que quieren descubrir con sus ojos fijos, inteligentes, contra las arañas suspendidas de sus largas patas que trepan por los árboles para salvarse, contra los cuervos que, no encontrando nada que comer en toda la jornada, retornan a su refugio con alas transidas, contra los riscos de la costa, contra los fuegos que se encienden en los mástiles de navíos invisibles, contra el rumor sordo de las olas, contra los grandes peces que al nadar dejan ver sus negros dorsos para en seguida hundirse en las profundidades, y contra el hombre que los esclaviza. Después de lo cual echan de nuevo a correr por el campo, saltando con sus patas sanguinolentas por encima de las zanjas, los caminos, los sembrdíos, las hierbas y las rocas escarpadas. Se los creería atacados de rabia en busca de un gran estanque para apaciguar su sed. Sus prolongados aullidos espantan a la naturaleza toda. ¡Ay del viajero rezagado! Estos amigos de los cementerios se echarán sobre él, lo despedazarán, lo devorarán con bocas que chorrean sangre, porque sus dientes no están dañados. Los animales salvajes temerosos de acercarse para participar en el festín carnicero, huyen temblando hasta perderse de vista. Después de algunas horas, los perros, rendidos de correr de aquí para allá, casi muertos, con la lengua colgando fuera de la boca, se arrojan unos contra otros sin saber lo que hacen, y se destrozan en mil pedazos con una rapidez increíble. No actúan así por crueldad. Un día, con los ojos vidriosos, me dijo mi madre: "Cuando estés en cama y oigas los ladridos de los perros en el campo, ocúltate bajo los cobretores; no te burles de lo que hacen: tienen sed insasiable de infinito, como tú, como yo, como todos los otros humanos de rostro pálido y alargado. Hasta te permito que, acercándote a la ventana, observes ese espectáculo por demás sublime". Desde entonces respeto la voluntad de la muerta. Igual que los perros, experimento esa necesidad de infinito...Pero ¡no puedo, no puedo satisfacer esa necesidad! Hijo soy de hombre y de mujer, según me han dicho. Lo que me deja asombrado...creía ser mas. Por otra parte, ¿qué me importa mi origen? De haber dependido de mi voluntad, habría preferido ser hijo de hembra de tiburón, cuyo apetito es camarada de las tempestades, y del tigre cuya crueldad es bien conocida: quizá no sería yo tan malo. Vosotros que me miráis, alejaos de mí porque mi aliento exhala un aire ponzoñoso. Nadie ha advertido todavía las arrugas verdes de mi frente, ni los huesos salientes de mi rostro demacrado, similares a las espinas de un pez de gran tamaño, o a los riscos que bordean el mar o a las abruptas montañas alpestres que recorría frecuentemente cuando mi cabeza ostentaba cabellos de otro color. Y cuando rondo las viviendas de los hombres, en las noches de tormenta, con ojos ardientes, con los cabellos flagelados por vientos tempestuosos, soliterio como una piedra en medio del camino, cubro mi cara marchita con un pedazo de terciopelo tan negro como el hollín que colma el interior de las chimeneas: no es necesario que los ojos sean testigos de la fealdad que el Ser Supremo, con una sonrisa de odio potente, ha depositado en mí. Cada mañana, cuando el sol se levanta para los otros, esparciendo por la naturaleza la alegría y el calor saludables, mientras miro fijamente el espacio inundado de tinieblas sin que se mueva uno solo de mis rasgos, acurrucado en el fondo de mi amada caverna, presa de una desesperación que me embriaga como el vino, arranco con mis manos poderosas jirones de mi pecho. Con todo, tengo la impresión de no estar atacado de rabia. Con todo, tengo la impresión de que soy el único que sufre. Con todo, tengo la impresión de que respiro. Como un condenado que pronto ha de subir al cadalso y ejercita sus músculos mientras reflexiona en su suerte, de pie sobre mi jergón, con los ojos cerrados, muevo lentamente mi cuello de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, por largas horas; no caigo muerto de golpe. Algunos momentos, cuando ya mi cuello no puede seguir girando en el mismo sentido, y hace una pausa para volver a girar en sentido opuesto, miro súbitamente el horizonte a través de los escasos intersticios que dejan las denzas malezas que obstruyen la entrada: ¡ no veo nada! Nada... a no ser las hileras de aves que cruzan los aires. Eso me trastorna la sangre y el cerebro...¿Quién, entonces, me golpea la cabeza con una barra de hierro, tal como un martillo golpeara el yunque?

Extraído de "Los Cantos de Maldoror", Canto Primero, Estrofa Ocho.

aDELANTE Y bIENVENIDOS

Este es el Blog del Tren Literario, una publicación digital que se propone esparcir los poderes de la poesía por todas las estaciones de este bendito y condenado planeta.
En este espacio que hemos inaugurado para todos nuestros estimados lectores, ustedes podrán dejar sus colaboraciones para que luego sean publicadas en el Tren Literario -con su exclusiva autorización-, o simplemente para que todo aquel que entre aquí, disfrute de la poesía de todos.
Porque ya lo dijo nuestro amado y venerado Conde de Lautrèamont en sus memorables "Poesías I": "...la poesía DEBE ser HECHA por TODOS...".

Por eso invitamos a todos los que nos visiten a que se liberen de su propia armadura, a que disparen certeros versos, que se reproduzcan como arroyos, que viajen hacia los ríos, que descancen felices, enamorados y libres en los mares que solo la poesía nos puede dar...porque LA POESÍA ES LIBERTAD.

por el momento nada más...que lo disfruten

el TREN LITERARIO